Pedro Herrera Ordóñez, un artista de ensueño, inquieto personaje dotado de la más diáfana imaginación y capacidad de ir más allá de lo que pocos podemos lograr... es el ideal de Wolf Lieser, quien en uno de sus epígrafes resume la obra de este creador ecuatoriano: "Para una obra de arte no es determinante concretar con qué medios técnicos se ha llevado a cabo, lo que realmente importa es que el resultado sea convincente, tanto desde el punto de vista de su contenido como de su estética en lo que podría llamarse la escena artística".
Y es así como se ha constituido su última exposición a la que ha denominado "La imagen perdida", ¿perdida de qué? seguramente nos preguntaremos... y que mejor para subsanar esa inquietud deleitarnos con algunos de sus cuadros, quizá allí encontremos la respuesta y el sentido de su trabajo, un significado que radica en la perspectiva del alma contrastada con el corazón humano.
Fotografía captada por: Kátherin Heredia.
Ubicación: Casa de la Cultura de Quito
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